Resumen histórico de la llegada de La Iglesia de Jesucristo a Ecuador

Los primeros misioneros en Ecuador

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días inició su labor en Ecuador el 27 de abril de 1964, cuando el presidente Sterling Nicolaysen, de la Misión Andina, recibió instrucciones del élder Theodore Tuttle, del Primer Quórum de los Setenta, para el proceso legal de reconocimiento de la iglesia en Ecuador. El 8 de mayo de 1964, Duane Wilcox, un fiel hermano de Quito, dio importantes sugerencias al presidente Nicolaysen para proceder al registro.

Del 17 al 19 de junio de 1964, el élder Spencer W. Kimball acompañado de su esposa Camila y del élder Theodore Tuttle, visitaron Quito para investigar la posibilidad de empezar la obra misional en el país. El presidente Sterling Nicolaysen también estuvo allí, entre el 23 y 24 de diciembre de 1964, trabajando con la documentación necesaria para el reconocimiento legal de la iglesia. Durante esta visita, se reunió con Jamie Mantilla, dueño del más importante diario de Quito y con Judy Maxwell, un miembro residente en el lugar.

Antes de viajar a Sudamérica, en octubre de 1965, el élder Spencer W. Kimball, miembro del Quórum de los Doce y supervisor de la obra en Sudamérica, se reunió con el presidente de la iglesia, David O. McKay, para discutir los planes de la obra misional en Sudamérica. Estas fueron las palabras del élder Kimball acerca de esta reunión: “Tomé mi largo mapa de Sudamérica y lo extendí sobre la mesa…entonces señalé a Quito, Ecuador y le hablé de los millones de indígenas viviendo en el altiplano de los Andes… Le hablé de los valles y las montañas en los cuales nosotros estábamos intentando explorar para ver si el proselitismo sería posible allí… le dije, también: presidente McKay…yo pienso que el tiempo de los lamanitas ha llegado, para escuchar el Evangelio y él me dijo: Si, este es el tiempo en que ellos deben escuchar y usted es uno de los Doce Apóstoles que tiene la visión de esto…usted tiene mi bendición. Esta fue una gloriosa experiencia…que se me haya considerado para iniciar este programa entre nuestros hermanos lamanitas”.

El 22 de septiembre de 1965, el nuevo presidente de la misión Andina, J. Avril Jesperson, recibió una llamada del élder Spencer W. Kimball que le indicaba dar inicio a la obra misional en Ecuador, también le aseguraba que él mismo estaría algunas semanas después para dedicar la obra misional en el país. Entonces, el 8 de octubre de 1965, el élder Spencer W. Kimball, acompañado de Franklin D. Richards, asistente de los Doce, arribaron a Quito. Durante su visita sostuvieron una reunión muy cordial con el alcalde de la ciudad. Al día siguiente, junto al nuevo presidente de la misión J. Avril Jesperson y los misioneros: Craig Carpenter, Paul

O. Allen, Bryant A. Gold y Lindon Robinson, viajaron a la ciudad de Otavalo, localizada a unos 150 kilómetros al norte de Quito. La villa estaba compuesta de un 90% de nativos otavaleños y ese día –sábado- era día de mercado y aun cuando élder Kimball no hablaba el idioma nativo, se regocijó al comprender sus necesidades espirituales.

El sábado 9 octubre de 1965 amaneció soleado y tranquilo, como presagio de un hermoso día para Ecuador. Por la mañana llegarían algunas familias y personas a la primera casa capilla de la iglesia en Quito, ubicada en la calle Veintimilla y la avenida Amazonas. Allí, recibieron la visita del apóstol Kimball, entonces, la alegría de los niños se dejó escuchar todo el tiempo. Por la tarde de ese dichoso día, se dirigieron al cerro El Panecillo a fin de efectuar la oración dedicatoria del país para la prédica del evangelio. Estuvieron todos los líderes, incluso los élderes Robinson y Gold. Una vez en la cima del cerro, cerca al centro de la ciudad, el élder Spencer W. Kimball dedicó el país para la predicación del Evangelio. Una parte de lo que él dijo en esa memorable ocasión son estas palabras: “Ellos han esperado tanto tiempo, nuestro Padre, para que el Evangelio venga a ellos…nosotros te pedimos que los bendigas a ellos, Padre, para que sus corazones puedan ser enternecidos y ellos puedan ser llenos con las gloriosas verdades del Evangelio”.

El 31 de octubre de 1965 en Alangasi de la Merced, localizada a unos 75 kilómetros al sur de Quito, se bautizaron 9 personas, era el primer grupo quiteño de miembros de La Iglesia. Henry E. Ortiz, de 8 años, estuvo entre las primeras personas en ser bautizadas, seguido por sus padres y tres familias: los Valencia, los Tejada y los Trujillo; quienes continuaron fieles y se integraron firmemente a la actividad de la Iglesia, se convirtieron en las familias pioneras de la Iglesia en Ecuador.

El 28 de enero del año 1966, llegaron los élderes Lindon Robinson y Gilbert Wilburn para iniciar la predicación del evangelio en Guayaquil. Un mes después, el 28 de febrero de 1966 los élderes Paul Allen y Milo Walker arribaron como los primeros misioneros que predicarían el evangelio en la villa de Otavalo, donde una rama sería establecida. El comienzo de la predicación del evangelio en Otavalo comenzó formalmente el primero de marzo de 1966, seis meses después de la visita del élder Kimball.

El presidente Allen E. Litster y su esposa llegaron a presidir la misión en 1968. El 24 de abril de 1969, élder Gordon B. Hinckley se reunió con los misioneros de las zonas de Quito y Guayaquil, en la capilla de Villa Flora. Allí testificó de la divinidad del Salvador y mencionó su gran amor por Él. Lloró emocionado, como lo hicieron todos los misioneros presentes.

Tres días después, el 27 de abril de 1969 fueron organizados los primeros distritos en Ecuador, bajo la dirección del presidente Allen Litster. En Quito, Mario Ortiz fue llamado como el primer presidente del joven distrito y sus consejeros fueron John McMurdie y Hernán Torres. Mientras que, en Guayaquil, fue llamado Kenneth R. Goodman como presidente de distrito, con Rodrigo Bahamonde y José Valdivieso, como sus consejeros. Poco después, el 1 de agosto de 1970, la Misión Andina fue oficialmente dividida en dos: la Misión Perú y la Misión Ecuador. La primera estaca fue organizada en Guayaquil el 4 de junio de 1978 bajo la dirección del élder Mark E. Petersen. Se llamó a Lorenzo A. Garaycoa como presidente de estaca, Carlos Fausto Montalván y Ramόn A. Verduga fueron sostenidos como sus consejeros.

Después, el 1 de julio de 1979 se creó la misión Guayaquil, Ecuador; fue llamado como presidente William Johnson Mitchell. Ese mismo año, el 23 de agosto de 1979 se organizó la primera estaca en Quito, bajo la dirección del élder Gordon B. Hinckley. Entonces, se apartó como presidente de la estaca a Ernesto Franco; y a Vicente Benites junto a Wilfrido González como consejeros de la flamante presidencia.

La iglesia seguía en crecimiento y el liderazgo se incrementaba. El 6 de diciembre de 1981 fue creada la primera estaca en Otavalo, bajo la dirección de élder Gene R. Cook, allí, fue llamado como presidente de la estaca Luis Alfonso Morales Chalanpuente y como sus consejeros José Alberto Picuasi Quilachamín y Segundo Arellano Romero.

Posteriormente, el 10 de agosto de 1996, se realizó la ceremonia de la primera palada para la construcción del Templo de Guayaquil, bajo la dirección del élder Richard G. Scott del Consejo de los Doce. El templo fue concluido y dedicado el 1 y 2 de agosto de 1999 por el presidente Gordon B. Hinckley. Multitudes de miembros y amigos de la iglesia asistieron a las jornadas de puertas abiertas de este sagrado recinto.

En el 2015, se recordó los 50 años de presencia de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Ecuador, y aunque hay mucho por hacer en este tiempo, los miembros de la iglesia se han esforzado por seguir las enseñanzas de Jesucristo y fortalecer una organización con más de 230.000 miembros y 308 congregaciones que sirven a su prójimo y a su país. Ha transcurrido medio siglo desde que hombres inspirados, miraron a Ecuador con ojos amorosos y espíritus dispuestos a empezar una obra llena de bendiciones y cumplimiento de antiguas promesas del Salvador Jesucristo.