Dieter F. Uchtdorf

Ver las cosas como realmente son

imagen

Durante muchos años, mi oftalmólogo me instó a someterme a una operación para implantarme un lente intraocular en los ojos con el fin de aumentar la calidad de mi visión. Como piloto militar y profesional, he tenido una visión excelente durante toda mi vida.

Me asustaba mucho tener que operarme los ojos. El hablar con amigos, que pasaron por la misma experiencia, me ayudó mucho a ganar valor y confianza. Fue una decisión acertada que ha influido en mi visión durante el resto de mi vida.

El médico realizó la intervención primero en un ojo y me pidió que comparara la visión con el otro que estaba sin operar. Al hacerlo, me di cuenta de que, con el ojo sin operar, todo se veía más oscuro, como si viera a través de un filtro marrón.

Pero con el ojo restaurado podía ver con más claridad, brillo y a todo color. Con la ayuda del médico, se quitó algo de mis ojos que se había desarrollado lentamente a lo largo de muchos años y que había limitado mi visión sin que yo en verdad me diera cuenta. Todavía me asombro y me siento agradecido porque ahora disfruto de haber recuperado mi capacidad para ver las cosas como realmente son. Doy las gracias a todos los que me ayudaron a dar ese paso importante.

Creo que damos un paso parecido cuando por primera vez oímos hablar del evangelio de Jesucristo o cuando decidimos volver a calibrar nuestra vida a la manera del Señor. El sendero del arrepentimiento y perdón a veces puede parecer un poco aterrador y difícil. El Salvador es el Maestro Sanador. Su divino sacrificio y Su amor por nosotros son la senda para recuperar la visión clara y verdadera de las cosas como realmente son. Por el poder y el don del Espíritu Santo, se quitan las obstrucciones y vemos con claridad la manera de decidir y seguir adelante en nuestra vida.

Solo después de que se aclara nuestra visión nos damos cuenta de lo que nos estábamos perdiendo. Oremos los unos por los otros, ayudémonos mutuamente y caminemos juntos por la senda del Señor. Les transmito mi amor e invito a cada uno de nosotros a permitir que Él nos abra los ojos para que podamos ver las cosas como realmente son.