
Siempre me ha encantado la canción de la Primaria que dice: “Dios vive y sé que es mi Padre Celestial, y el Espíritu me dice que esto es verdad (“Dios vive”, Canciones para los niños, pág. 8). Con este espíritu, hoy me gustaría compartir mi testimonio con ustedes. Mi testimonio fue edificado línea por línea y sigue creciendo cuando, con un corazón sincero, busco entender la palabra de Dios más a fondo.
Yo sé que Jesús es el Cristo; sé que Él vive; sé que Él sufrió por mis pecados, resucitó y me dio la oportunidad de cambiar mi conducta. Sé que Él se olvidó de Sí mismo por mí; se apartó de Sus propios deseos e hizo exactamente lo que el Padre le pidió que hiciera. Incluso en aquel momento de gran sufrimiento, se negó a Sí mismo e hizo lo que el Padre quería que hiciera.
Sé que nuestro Padre Celestial vive y escucha nuestras oraciones. Les testifico que Él entiende el dolor. Sé que esta es la verdadera Iglesia de Jesucristo en la tierra. El Señor en verdad dio inicio a la Restauración de Su evangelio y Su sacerdocio por medio del profeta José Smith. Amo a mi Salvador y a mi Padre Celestial y me encanta servirles a Ellos.